Soy Marcela Soto Solís, mujer, mamá de Benja y Antonia, Psicóloga de profesión, nací en Chillán y la Universidad de Concepción es mi alma mater. Mi corazón siempre ha estado en lo social, agradeciendo lo que tengo, y recordando siempre de dónde vengo.
Me inicié en Psicología Clínica y Comunitaria, con mujeres víctimas de violencia. En mi búsqueda de una perspectiva integrada, trabajé también con hombres que ejercían violencia. He aprendido desde siempre que la vida nos enseña a tomar caminos y debía compatibilizar en ese momento, lo laboral con el más grande desafío: la maternidad. Así llegué al mundo organizacional, algo frustrada, lo reconozco. Trabajé años como Psicóloga Laboral freelance y luego gracias a las redes, ingresé a una Consultora de RRHH, ya que una amiga de la universidad me abrió las puertas en donde ella estaba. Mi inquietud social siempre presente, me movilizó por una parte, a estudiar el Magister de Género de la Universidad de Chile, y en paralelo, a realizar voluntariado en talleres para mujeres en zonas críticas de Santiago.
Me fui abriendo nuevas instancias laborales en la empresa donde estaba: Analista, Coordinadora, Jefa, Gerenta. ¿Con miedo?. Por supuesto, ¿quién no?. Un gran autodescubrimiento de fortalezas personales me llevó a estudiar Finanzas en la Pontificia Universidad Católica de Chile, logrando finalmente concretar algo que no estaba en mis planes iniciales, el ser Socia- Directora de Operaciones de la empresa donde trabajaba, TCS Group. Es un constante aprendizaje el ser Mujer y Líder de una Mipyme en Chile y lo disfruto tremendamente.
En mi afán de aprendizaje, fui observando lo fundamental que son las redes profesionales y decidí, nuevamente estudiar, ingresando al Programa Promociona de la Universidad Adolfo Ibáñez. ¡Qué tremendo espacio! Se abrieron puertas, conocí más mujeres y fui fortaleciendo aún más, la convicción y sentido que le doy a lo que hago en el día a día.
Buscando la integración, tomo la decisión de hacer cruce entre lo que amo y me apasiona, el tener una fuente de ingresos, el para lo soy talentosa, con lo que creo que puedo aportar a mi país y al mundo de las mujeres. Así, intencionadamente aparece hoy en día lo que te estoy contando: Impulsa Mujeres. Esta idea empezó a cristalizarse luego de una experiencia, hace algún tiempo, cuando una mujer, me pidió ayuda para su proceso de cambio. Ella conoció mi “automentoring”, mi crecimiento personal y profesional, y creyó en mí, en la posibil de la sinergia, dándome un remezón de confianza sin saberlo. Así se consolidó Impulsa Mujeres y hoy pongo a disposición tuya mis aprendizajes, mis conocimientos e incertidumbres, mis aciertos y desaciertos, mi vulnerabilidades y fortalezas. Esto a lo mejor es una oportunidad, que se construye, se direcciona, se sueña y se concretiza.
Te invito a contarme tu historia y ver juntas, ¿en qué puedo ayudarte?